MATRIMONIO GAY
Se tilda de homofóbicas o retrógadas a aquellas personas que se oponen, o que simplemente no están a favor del matrimonio gay. Esos, creo yo, son temas muy distintos que podrían generar polémica aparte, pero no es lo que se cuestiona en estos momentos. La problemática surge cuando se meten con algo tan sagrado como lo es el matrimonio, esta institución milenaria dónde dos personas de distinto sexo, es decir un hombre y una mujer, un macho y una hembra, se unen ante Dios y legalmente ante la sociedad para procrearse, poblar La Tierra y ser felices.
¿Que se pretende con esto? ¿Qué el siglo XXI nos encuentre como una sociedad de mente abierta? ¿Más liberal? ¿Más democrática?¿Qué les estamos dejando a las generaciones posteriores?
Honestamente, no me gusta nada el estado poco saludable en el que le vamos a entregar a nuestros hijos, una sociedad lastimosamente abatida por el tiempo y por otros muchos factores, que son de público conocimiento.
Que cada uno viva su intimidad como mejor le parezca, pero sin salir del plano de lo íntimo.
Que haya parejas compuestas por Hombre-Hombre ó Mujer-Mujer me parece perfecto, como decía mi abuela: "que cada uno haga de su culo un pito". Lo que realmente molesta, es que se aspiren cosas que NATURALMENTE no les pertenecen. Un granjero jamás pensaria en tener terneros cuando solo posee dos toros, o dos vacas...¿verdad?
En el momento que se recurre a un agente externo para lograr un fin, se dice que el método es artificial o antinatural. Y en mi humilde opinión, creo que el matrimonio y a lo que éste conlleva, debe seguir siendo una institución incorrompible en todo sentido y basada en el respeto mutuo. Una obviedad de la naturaleza, que por cruel que parezca, aun debe permanecer muy lejana para algunos.
Por desgracia, como en todo entra a jugar el papel fundamental la política. En el mundo, pero particularmente en nuestro país, la política es un prostituta que no entiende de valores a la hora de aceptar cualquier cosa, con tal de mantener felíz y contenta a la masa votante.
¿Qué viene después? ¿Un hombre contrayendo matrimonio con una oveja? ¿Una mujer dándole el "sí" a un burro?
¿Qué viene después? ¿La eutanasia? ó ¿Vamos a empezar a matar a nuestros abuelos, porque ya están viejos y son un estorbo?
Seguramente más de uno se va a escandalizar al leer esto, como seguramente lo habrían hecho la gente de hace unos 30 años atrás donde debates como los que se tratan hoy, eran impensados. Así que, no sería extraño que en un futuro (que si seguimos así no ha de ser muy lejano), seamos testigos de ello, donde cosas como éstas sean de habitual uso y costumbre en la sociedad. Esta sociedad que se vuelve cada vez más permisiva con el paso del tiempo y por empecinarse en atentar contra lo natural, tarde o temprano deberá pagar las consecuencias.