2012: MI VIDA EN "DEBE Y HABER" (corregido en abril 2014).-

Publicado en por Caminante del Cielo Solar Rojo

0000.gif

 

 

He visto y escuchado a muchos a estas alturas haciendo un balance de fin de año, más que nada económico, pero eso hizo que mi mente se dispare hacia otro lugar: ¿Cuál es mi balance hasta hoy? ¿Necesitaré un contador? No soy muy buena para los números pero puse lo mejor de mí y lo hacía mientras ellos hablaban de activos y pasivos, de debe y haber. En resumen les paso mi balance en todos estos años:

 

Tuve una niñez como la mayoría de los de mi generación dónde no existía ni la play, ni internet, ni juegos costosos, ni nada de esas cosas con las que se entretienen los pibes de ahora. Reí, lloré, jugué, soñé, me ensucié, fui buena alumna, aprendí a bailar y poner el alma en un baile, aprendí a ser responsable,  a cocinar y hacer las cosas de la casa para ponerlos en práctica en esos días en los que mamá no estaba. En el colegio me peleaban mucho y alguien una vez me dijo que “cuando me hagan una yo devuelva dos” por lo que no tuve muchos amigos y con mis compañeritos del colegio me llevaba más o menos salvo con uno o dos con los que había cierta complicidad “compinche”. Con el tiempo entendí que esa no era la solución y que siempre hay que poner la otra mejilla porque la vida es una rueda y todo, absolutamente todo, tarde o temprano vuelve. Sabía que la situación económica en casa no era la mejor, ni siquiera era buena  por lo que no me permitía los típicos caprichitos infantiles de “quiero esto” o “quiero aquello” al contrario, fueron pocas las veces que me atreví a pedir que me compraran algo., Con el tiempo uno termina por agradecer esas cosas, al menos en mi caso esto me hizo aprender a disfrutar de lo que tengo, no a conformarme pero sí a vivir con las cosas esenciales y en todo caso esforzarme por mí misma para conseguir aquellas cosas que anhelaba, aunque hasta el día de hoy mi papá tenga que “sacarme las papas del fuego”.  

En mi adolescencia, comenzaron los errores. Empecé la secundaria, me separé de muchos de mis compañeros de primaria algunos de los cuales jamás volví a ver. Con los nuevos compañeros tampoco me llevaba bien aunque no era conflictiva, seguía siendo una alumna aplicada, al menos hasta el anteúltimo año en el que me llevé 5 materias, las cuales no rendí sino hasta años después. Me mandé muchas macanas. Me relacioné con personas que no me hicieron bien. No estudié abogacía que era la carrera de mis sueños. Trabajé de lo que no me gustaba, aún así traté de poner lo mejor de mí.

Ya entrando en la adultez sufrí mucho, me encontré conmigo misma (al menos con una parte que no conocía), me acerqué a Dios, conocí la naturaleza en su máxima expresión. Disfruté de los animales. Traté de encontrar mi camino espiritual, aún así seguí cometiendo muchos errores. Nunca tuve novio y mis relaciones estaban muy lejos de ser las mejores. Tuve pocos amigos, que conservo hasta hoy, otros se quedaron en el camino.

Más tarde me enamoré, me fui, me arraigué, me volví a ir. Me permití volar alto, soñar al punto de ya palpar el resultado de esos sueños. Seguí cometiendo errores y esos sueños, al igual que mi voluntad, se me desplomaron como un castillo de naipes ante un viento insolente. Estuve a punto de ingresar a estudiar la carrera que postergué toda mi vida pero no se dio y aún sigo sin poder matricularme. A pesar de todo trabajé con dedicación y servicio como hasta hoy, me casé con el corazón, tuve una maravillosa hija (mi perrita). Luego mi esposo del corazón y yo decidimos que era mejor vivir en lugares distintos. Al principio fue muy doloroso, pero luego llegó la mas grande desilusión que terminó por enfriar mi corazón, como dicen: "un corazón no se endurece porque si". Se fueron algunos amigos, volvieron otros, nos reencontramos con otros. Tuve quienes me elevaron y aun están vigentes, tuve quienes me provocaron para sacar lo mejor de mí. Veo a mi “hija” crecer día a día y se me dibuja una sonrisa en mi rostro.

A pesar de los intentos en mi vida lastimé a las personas que más quiero, no he sido la mejor hija, no he sido la mejor hermana, no he sido la mejor nieta, no he sido la mejor amiga, no he sido la mejor compañera, no habré sido la mejor mujer, pero a pesar de los errores he tratado de dar lo mejor de mi.  Sí puedo decir que he sido buena “madre” y entre mis virtudes destaco el hecho de que no sé lo que es sentir odio ni desearle el mal a nadie, y.... paremos de contar.

Después de hacer un balance a grandes rasgos, soy consciente de que cometí muchísimos errores pero se que me salvé también de cometer otros peores. Siento el afecto y amor de muchos de los que en este momento están leyendo esto.

Agregado:

Hasta hace un tiempo creía no merecer nada de lo que tenía, pero me he dado cuenta de que no es así. Gracias a Dios he podido ver las cosas de otra manera, con más claridad y he podido darme cuenta de lo que valgo, de lo que soy, y he llegado a la determinación de JAMAS volver a permitir que alguien se atreva a cuestionarme o juzgarme gratuitamente si su vida no es el mejor ejemplo a seguir. JAMAS nadie volverá a apagarme la sonrisa. Fui flexible pero a veces en la vida hay que ser firme y saber decir "BASTA". No le guardo rencor a esa persona que hizo mi vida miserable, que no hizo más que darme angustia y dolor, y una vida que no era vida, al contrario, deseo que la vida le tenga piedad cuando le tenga que cobrar cada una de las que hizo. Por lo que a mi respecta con no volver a saber nada de él me alcanza. Atrás he dejado el pasado y he aprendido de las experiencias. No se a donde voy, pero sí se bien a dónde no quiero volver. 

 

Al fin de cuentas dicen que no hay mál que por bien no venga no? Dicen que está permitido caer pero está prohibido no levantarse. Y eso hice. Me sequé las lágrimas, levanté cabeza y seguí a pesar de todo. Era una cuestión de decisión, seguir adelante o continuar siendo un ente. No fue fácil pero opté por la primera opción. Me reecontré conmigo misma, volví a creer en mi, me decidí a concretar aquellas materias pendientes. He viajado de un lado a otro. Me muevo constantemente. Conocí a nuevas personas, que me recordaron cuanto valgo. Volví a sentirme radiante, atractiva, a dejar atrás las secuelas de aquel infierno. Volví a creer en los demás. Finalmente ya estoy cursando la carrera de mis sueños que es mi mayor anhelo hoy por hoy, volví a hacer ejercicio, volví a bailar... pero por sobretodo volví a sonreír, volví a sentir, volví a sentirme viva.... Y SOY INMENSAMENTE FELIZ.

 

Si estás pasando por una situación difícil... si ves todo oscuro y crees que no hay salida..... sólo hay que respirar profundo, tomar fuerzas y seguir siempre hacia adelante, nunca hacia atrás. El tiempo no es Dios, pero hace milagros. El tiempo no es doctor, pero cicatriza las heridas. El tiempo te demuestra que tarde o temprano la vida te da una revancha...

 

000.jpg

Etiquetado en Opinión

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post